ACCIONES A SEGUIR EN CASO DE EMERGENCIA
En una situación de emergencia, hay tres sencillos pasos que puedes seguir para orientar tus acciones. Si en algún momento te sientes ansioso o confundido, ten presente estos tres pasos de acción de emergencia para recuperar el control:
- REVISAR el lugar y a la persona.
- LLAMAR al 112.
- ATENDER a la persona.
Antes de ayudar, evalúa si la escena es segura.
REVISAR EL LUGAR
¿Es seguro involucrarse en la escena?. Antes de ayudar, evalúa si la escena es segura. No te acerques si hay riesgos como fuego, cables caídos, químicos, estructuras inestables, tráfico, agua, espacios confinados con gas, actividad delictiva o una persona agresiva/suicida. Si existe peligro, mantén distancia y llama al 112. Solo intervén cuando los profesionales hayan asegurado el lugar.
¿Qué sucedió?. Observa la escena para deducir la causa de la emergencia. Usa tus sentidos para detectar señales inusuales (objetos rotos, medicamentos, olores o sonidos). Si no hay testigos y la persona no responde, estas pistas pueden ser las únicas. Recuerda que la víctima pudo haber sido movida o haberse movido buscando ayuda, por lo que su ubicación actual puede no reflejar dónde ocurrió el evento.
¿Cuántas personas están involucradas?. Verifica cuántas personas hay afectadas: algunas pueden pasar desapercibidas (silenciosas, inmóviles, ocultas por escombros o niños/bebés). Si hay múltiples víctimas, prioriza la atención y decide a quién asistir primero.
Forme una primera impresión antes de acercarse: Evalúe estado general: ¿alerta, confundida, somnolienta? Observe piel y movimiento: color normal vs. pálida/grisácea/ruborizada; ¿se mueve o está inmóvil? Identifique signos de riesgo vital: pérdida de consciencia, dificultad respiratoria, sangrado grave. Si hay sangrado grave, contrólelo de inmediato con los recursos disponibles.
Formate una primera impresión antes de acercarte:
- Evalúa estado general: ¿alerta, confundida, somnolienta?
- Observa piel y movimiento: color normal vs. pálida/grisácea/ruborizada; ¿se mueve o está inmóvil?
- Identifica signos de riesgo vital: pérdida de consciencia, dificultad respiratoria, sangrado grave.
- Si hay sangrado grave, contrólalo de inmediato con los recursos disponibles.
Identifica si hay observadores y pídales ayuda. Pueden aportar información sobre lo ocurrido o la víctima y asumir tareas: llamar a emergencias (112), guiar al personal sanitario, traer un DEA y botiquín, controlar a la gente y tranquilizar a la persona afectada.
REVISAR A LA PERSONA
- Al acercarte, haz una revisión más detallada para identificar el problema y la atención necesaria.
- Si la persona está despierta y responde: pide consentimiento y recaba más información.
- Si parece no responder: estimula (hombro en adulto/niño o planta del pie en bebé) y revisa respiración normal por 5–10 s.
- Clasificación:
- Inconsciente si no responde y no respira o solo jadea.
- Consciente si responde y respira normalmente (aunque no totalmente despierta).
- Atiende según lo encontrado y tu capacitación.
- Si la primera revisión no revela afecciones de riesgo vital (falta de respuesta, dificultad respiratoria, sangrado grave u otras), asegura que alguien llame al 112 de inmediato y traiga un DEA y botiquín.
LLAMAR
- Si hay que llamar al SME, hazlo de inmediato; si puedes, delega la llamada y vuelve a atender a la persona.
- Quien llama debe dar: ubicación exacta, tipo de emergencia (policía/bomberos/sanitaria), teléfono de contacto, qué ocurrió, nº de afectados, y ayuda ya prestada y por quién. No colgar hasta que el despachador lo indique; pueden dar instrucciones de primeros auxilios/RCP.
- Si estás solo, decide llamar primero o atender primero:
- Llamar primero: sospecha de paro cardíaco (priorizar SME y DEA).
- Atender primero: dificultad respiratoria o sangrado de riesgo vital; actúa de inmediato y luego llama.
ATENDER
- Proporciona ayuda según su capacitación y lo encontrado.
- Evita causar más daño.
- Tranquiliza e informe que ya se llamó al SME (si aplica).
- Vigila cambios: respiración y nivel de consciencia.
- Coloca a la persona en una postura cómoda.
- Protégela del frío o del calor excesivos.





